René Guénon y la masonería



René Guénon, matemático, filósofo, masón y sufí, es considerado como el principal expositor de las doctrinas esotéricas tradicionales. La escuela tradicionalista defiende la existencia de una única religión inicial y común a toda la humanidad en la que las verdades y los principios metafísicos fueron revelados a través de mensajeros y profetas. Según los tradicionalistas todas las ramificaciones y aplicaciones de estos principios metafísicos deben repercutir en los diferentes campos de la civilización como son las leyes, la estructura social, el arte, la educación y sobretodo el conocimiento supremo. Como se observará estamos hablando de una sociedad teocrática, la cual ordena todas las actividades humanas según parámetros espirituales.

A principios del siglo XX, en Francia, como repuesta al vacío espiritual de la época, florecieron una serie de movimientos esotéricos entre los que destacan las corrientes espiritistas y ocultistas influenciadas por Allan Kardec y Papus, la Sociedad Teosófica y algunas logias masónicas de tradición esotérica. René Guénon, en su búsqueda espiritual, se interesó por ellos en un primer momento pero poco después se desvinculó y criticó este neoespiritualismo al considerar que sus postulados llegaban a conclusiones subjetivas y erróneas. Consideró que para encontrar la verdad había que regresar la tradición antigua y a los textos revelados.

Con Guénon la metafísica aparecerá como la ciencia válida para adentrarse en el plano espiritual del conocimiento de los principios eternos y universales. Este conocimiento, al que no puede accederse por medio de la razón y el discurso, precisa de la intuición intelectual pura y de la revelación a través de las facultades visionarias. Se reivindicará la verdadera iniciación como método efectivo para la liberación de los límites del ser humano. Se recuperará la división trial cuerpo, alma y espíritu, y el símbolo, con su lenguaje sintético y esotérico, aparecerá como el puente entre el cuerpo y el espíritu que permitirá comprender todo lo inteligible en función de las aptitudes personales de cada uno..

Guénon llegó a decir, “con sus luces y sus sombras, con lo que conocemos y lo que desconocemos, en Occidente sólo nos queda la masonería”.

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